Y se hicieron las 12 de este día interminable. Me había
pasado de todo. Pero solo voy a contar lo mas shockiante.
Comenzó muy temprano, eso fue lo mas extraño. Mis días
comienzan tarde, o terminan temprano, aun no lo se. El hecho es que eran las 6
de la mañana, y yo acostada en mi cama con mis sabanas de Bob esponja, abrazada
a mi gorila de peluche llamado moncho, miraba muy pacíficamente el techo, y
pensaba…tengo que pintarlo, o mejor me doy vuelta y miro la pared, ahí note que
también tendría que pintarla, así que decidí cerrar los ojos. Pasaron 5 minutos
de eso, y comienzo a sentir que una vibración me recorre el cuerpo, hacia
tiempo que no me pasaba, estaría teniendo sueños húmedos?, casi dormida
desabroche mi pantalón (si, duermo vestida, cual hay?) acto seguido deslice mi
mano por mi pierna derecha, en la que tengo el lunar, y sentí que la vibración
estaba cada vez mas cerca, repentinamente una música tenue, como de novela
empieza a sonar y es cuando reacciono de que me estaban llamando al celular. Me
cago la escena hot que tenia en mi mente, pero buen, solo pensé ¿Quien carajo podría
ser a esta hora?
Decía “privado”, yo no recordaba haber agendado a nadie con
ese nombre, por lo que, aunque estaba casi dormida, decido atender, estaba
intrigada. “Hola” digo amablemente. Una voz muy masculina responde del otro
lado, sin contestar a mi saludo ni mucho menos, me regala una hermosa puteada:
“hija de putaaa”.
Yo estaba totalmente dormida por seguir despierta o
totalmente despierta por no haber dormido.
Pero no me equivoco, no lo soñé, claramente me dijo eso.
Automáticamente pensé, pucha Che, este la conoce a mi vieja.
Así que le dije: “señor, ¿usted la conoce a mi madre? Ella
en este momento no esta y yo no se cual es su lista de precios, así que por
favor llame mas tarde.”
Sacadísimo, con una furia incontrolable, sentía que me quería
asesinar por teléfono, repitió la puteada, acto seguido me dijo. “vos sos la
hija de puta (si, otra vez) que le pego a mi bebe”
Mi cara de “WTF?” Fue increíble. Si antes no entendía nada,
ahora menos.
¿¿Quien carajo será el bebe de “privado”?? No recuerdo
conocerlo a el, ¡¡menos voy a recordar a su bebe!!
Así que intentando mantener la calma, pregunto: “señor
privado, ¿quien es su bebe?”
Para mi sorpresa, “su bebe”, era un hombre, de casi 30 años,
con mente de uno de 10, que diariamente pasaba por la puerta de mi casa,
actuando un paseo al perro, sin darse cuenta que para que sea creíble ese acto,
tenia que tener un perro del otro lado de la correa, minimante una vez!
Se llamaba Pancho, o le decían, no lo se ni me intereso.
Lamentablemente, privado tenía razón, y no estaba
arrepentida de lo que hice.
Ese espécimen símil a un hombre se lo merecía. Me seguía día
y noche, no me dejaba en paz, así que había decidido tomar cartas en el asunto.
Tenia que vengarme.
Fue por eso que el día anterior había juntado fuerzas para
hacerlo. Me vestí como de costumbre, hice una llamada telefónica para tener mi
coartada lista y salí a la calle en busca de este acosador.
Finalmente lo encontré, estaba parado frente a mi casa, de
espaldas a mí.
Era el momento, tome una bocanada de aire y lo hice. Estaba
satisfecha.
El subio al auto y sin mas ni mas se fue.
Pensé que nunca me iban a descubrir, pero me equivoque. Su padre
me estaba llamando.
Tenia que asumir mi responsabilidad ante esto.
Por lo tanto le dije a quien me estaba llamando: “si, señor,
lo admito y pido perdon por lo que le hice a su hijo.”
A lo que muy enojado aun, me contesto: “Ya no me interesa la
vergüenza que le hiciste pasar, lo único que podria hacer que te perdone es que
vengas y me limpies el pegote que dejo la calcomanía de princesa que pegaste en
el parabrisas del auto”.
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